lunes, 9 de agosto de 2010

Ikebukuro

02/08/10

Elfe al teclado:
Tras el intenso fin de semana de VII-Sense volvimos a tener unos días libres para ver más cosillas antes de que llegara el viernes y nos fuéramos a Osaka. Así que el lunes nos fuimos a Ikebukuro, a ver el Sunshine, un edificio de 60 plantas, a comer por allí, a ver tiendas de manga y el Tokyu Hands, una tienda de 8 plantas donde la mayoría son cosas de papelería, manualidades y demás, una pasada.

Así que allí que nos fuimos, primero fuimos a comer, que creo que fue el tazón de rameen mas barato de la historia, lo que al cambio son poco mas de 2 euros, terminamos que echábamos comida por las orejas y tras salir por fin con el estomago lleno y feliz vimos el Tokyu Hands de arriba abajo, con alguna que otra cosilla que nos compramos entre las que destaco un álbum para pegar las puricuras que tenemos repartidas por toda la habitación. Además tenían millones de chorraditas para hacer la comida, que si ya habíamos flipado con el molde para hacer huevos fritos con forma de oso ya me diréis como nos quedamos cuando vimos moldes para ponerle a los huevos cocidos formas de animalitos.

Omi se emperro en “tunear” su móvil, algo muy normal aquí ya sea con diamantitos, perlitas, lacitos, pegatinas o con cualquier cosa que te imagines, así que estuvimos mirando en el Tokyu Hands pero nada le convencía, salimos de allí y nos dirigimos al Sunshine, el enorme edificio, aunque no pasamos de la planta sótano 1 y la primera, porque cada planta era aun laberinto tan grande como cualquier centro comercial que nosotras conozcamos. Allí, en una de las dos únicas plantas que visitamos, Omi consiguió su tan ansiado “tuneo” de móvil, en su caso consistente en una especie de pegatina a medida que cubre toda la parte trasera del ovil con brillo metalizado y la imagen de unas flores estilo japo muy chulas, todo en tonos negros y rojos, para que no desentone con los colores delanteros y laterales del móvil en sí.



De ahí salimos por una de las muchas puertas de edificio esperando que fuera la que queríamos. Dato curioso que no mencione antes, para llegar a la calle correcta tuvimos que recorrer un laberinto de estación con más de 50 salidas distintas, y no es broma. En fin, no salimos mu desencaminadas y en pocos minutos estábamos delante de un montón de tiendas de manga, donde a diferencia de Akihabara donde lo predominante es el manga para chicos, aquí hay mucha más variedad de manga para chicas.



Mientras buscamos unos tomos para Elena se nos acerco una chica rubia que nos pregunto si éramos españolas a lo que obviamente respondimos que sí. Resulta ser profesora de español aquí, es de Madrid, y lleva viviendo aquí como año y medio. Nos dimos los mails para quedar algún día y salimos de la tienda, para entrar en otra, y otra y otra… muchas tiendas con cosplays, yaoi y demás… muy curioso todo.

Decidimos rematar la tarde volviendo a la estación, donde justo en frente estaba Milky Way, una heladería decorada toda con estrellitas, constelaciones y demás. Entramos y nos pedimos un copón de helado de chocolate con un trozo de tarta de chocolate, nata, galletas y barquillos que tumbaba de la impresión. Nos lo trajeron en una bonita copa que estaba dentro de otra donde había agua y hielo carbónico, lo que hacía que el conjunto fuera soltando humo blanco por todos lados.



Eso estaba de muerte y lo peor de todo es que no hartan… vamos que si por mi fuera me habría zampado otra y tan a gusto.

Ya de ahí nos marchamos de vuelta a Harajuku tras recibir un mensaje de la chica española para que saliéramos esa noche con ella y otro español por Shunjuku, así que cenamos algo ligerito en el piso y nos cambiamos de ropa. A las 9 y poco estábamos ya con ellos en la calle y dimos una vuelta por Kabukicho antes de dirigirnos al Decadance Bar que, como se puede deducir por su nombre, es el bar que han abierto lo del Tokyo Decadance y esta justo encima del Christon Café, aquel sitio que ya nombramos que era por dentro como una catedral gótica. Bueno más que encima esta dentro en la segunda planta del café. El sitio es… raro… todo lleno de lucecitas, con una X-box 360 por allí conectada a un proyector, muchos peluches extraños, vamos bizarro es poco, además los camareros son los del Tokyo Decadance, un show. Nos tomamos un Vodka con lima, hablamos un rato con los españoles y ya nos fuimos de vuelta al piso a descansar nuestros doloridos pies.

1 comentario:

Ra_haru dijo...

Enserio me encanta me encanta y me encanta que no paréis ni un segundo. Sois las mejores, es lo mejor que podeis hacer! animo que os queda poco! Me encanta el movilllll
50 salidas? que barbaridad!!!!!