miércoles, 21 de julio de 2010

Concierto de Versailles

19/07/10
Omi al teclado.

El lunes resultó ser un día festivo, por lo que las calles de Harajuku estaban igual de concurridas o más que el domingo. Nos levantamos y fuimos a Takeshita Doori de nuevo para comprar algunas cosas necesarias en la tienda de 100 yenes: papel de regalo, bolis, cuerda para tender etc. También cayó alguna que otra cosilla en Bodyline, que Elfe se puso para el concierto de Versailles por la tarde.

Volvimos a la casa y nos arreglamos a conciencia. Elfe se puso un traje de punk-lolita morado a cuadros con blusa negra y yo un traje de “ouji”, muy a lo Kamijo, con camisa y chaleco negro largo encima. La peor idea: las plataformazas de ambas. Muy bonitas, muy brillantes, divinas de la muerte pero… para un rato. No para diez horas >o<. Elfe tuvo la precaución de llevarse las chanclas por si le dolían los pies, pero yo, muy digna (y muuuy tonta) pensé que cómo me iba a poner unas chanclas con mi traje principesco. Ay. Un gran momento fue cuando, al entrar en Takeshita Doori, vi una pareja con un carrito de bebé en el que no había un bebé, había 3 chihuahuas llenos de lazos... en serio, esta gente tiene que dejarse de hacer el chorra y empezar a reproducirse YA, que no hay apenas niños chicos ni señoras embarazadas leñe. Cuando estábamos intentando buscar monedas para hacernos unas purikuras, Elfe se dio cuenta de que se había dejado la cartera en casa ¬¬. Volvió a por ella mientras yo me quedé de pie al lado del McDonalds cociéndome un ratito (el calor era sofocante y con mi ropa más). Regresó al cabo de un rato y por fin cogimos el tren, con el tiempo bastante justo. Llegamos a la estación de Kawasaki a las 15.40 donde nos esperaban dos chicas de Alicante, dos chicos de Barcelona y mi amiga Jennifer, que se las había apañado para conseguirnos entradas bastante buenas. Nosotras teníamos los números 250 y pico, que para una banda como Versailles no está mal. Caminamos hasta la sala Club Cittá y nos colocamos en la cola por orden (viva el sistema japonés), no sin antes comprar algo de mercha; tengo la toalla (que me vino de perlas en el conci), la muñequera con logo en rosa y la rosa que se ilumina de muchos colores. Como quedaba algo de tiempo, compramos comida en un conbini (tienda de 24 horas): un onigiri de carne y dos trozos de pollo calentitos al estilo KFC. Menos mal que llenamos el buche antes del intensísimo concierto.



De vuelta a la sala, fueron llamando por orden y entramos, y tras una pelea poco fructífera con las taquillas, que se tragaron 300 yenes por la cara, decidimos pasar a la sala a coger sitio con bolsos y todo. Como era de esperar no había hueco en las primeras filas; nos pusimos en la quinta/sexta en el centro para ver bien a Kamijo, que al fin y al cabo era su cumpleaños.

El concierto comenzó de forma brutal, con Aristocrat’s Symphony y Shout and Bites, puro “moshing” metal entre el público con headbanging y de todo. Fue un principio precioso que nos puso a tono a todos. Estaban guapísimos, con los trajes que vimos en Barcelona; Kamijo radiaba felicidad. Me llamó la atención que estuviera Masashi porque ese mismo día tocaba Közi en Sendai y debería haber estado con él (a menos que se desdoblara…). Luego la cosa se calmó en las siguientes canciones; yo estaba encantada porque por fin pude escuchar la voz de Kamijo cantando cada palabra con toda claridad; el sonido de la sala era asombrosamente bueno y los fans japoneses saben cuándo cantar y cuándo callarse y dejar cantar, lo que permite disfrutar más de la música sin ruido. Durante Amorphous y Sympathia sacamos todos nuestras rosas iluminadas y creamos una escena preciosa, moviéndolas al unísono. Los MC de Kamijo no los entendí muy bien pero estaba adorable como siempre, la gente hasta se reía bastante con lo que decía. Básicamente mencionó Europa varias veces, diciendo que había molado la gira pero que ya estaban en casa y ahora tenían un serie de conciertos en Japón por delante y tal. En cuanto a la setlist, soy nefasta para recordar el orden pero escuché The Umbrella of Glass, Ascendead Master (la cual dedicó a todos los fans del mundo, no importa donde estén), Sympathia (que cambiaron por Serenade, aunque yo habría preferido esta última), Prince, Princess, etc. En general el setlist fue parecido al de la gira europea. Hubo dos encoré, la cosa se volvió a poner intensa con The Red Carpet Day, durante la cual la bulla prácticamente me levantó los pies del suelo (o te movías para adelante, o te llevaban…). Y la última fue por supuesto The Revenant Choir, preciosa y con todo el mundo saltando feliz.

Pero lo más increíble vino después del concierto. Terminó a las 8.30 e inmediatamente nos pusimos en otra cola para comprar la entrada a la fiesta de cumpleaños de Kamijo, en la misma sala.
A esas alturas de la tarde yo ya no tenía pies, eran todo dolor. Y solté:

Omi: No pasa nada, me quito los pies hasta las nueve y…
(Mis ganas; me tuve que conformar con quitarme un rato los zapatos y mangarle las chanclas a Elfe ._.).

Al ratito pagamos los 1000 yenes de la entrada, y canjeamos nuestros tickets de bebida por una botella/vaso de lo que fuera (yo tomé una especie de refresco de vodka con limón muy rico). Habían colocado una serie de mesas altas repartidas por la sala para que nos fuéramos poniendo alrededor, y eso hicimos. Los españoles nos agrupamos al lado de una de ellas. Cuando la sala se hubo llenado, apareció una señora con un vestido verde que nos dio la bienvenida y presentó a Versailles. Y Ohmygod. Aparecieron con trajes de Baby/Alice and the Pirates; Teru de kodona con sus calcetinitos y todo, adorable; Kamijo de negro con una chaqueta larga (no era el traje así como de pirata que sale en el photoset pero iba mortal); Yuki también de negro muy elegante, y Hizaki con su maravilloso vestido de Baby gris y negro. La primera parte de la fiesta consistió en que los miembros respondieron a una serie de preguntas que les hacía la presentadora. Como siempre, entendí sólo trozos, pero hablaron mucho de sus experiencias y anécdotas en el extranjero (cosas como que el conductor del bus tenía cara de pulpo, o que Yuki en cierto momento no podía encontrar su pasaporte…). Kamijo se partió de risa en algunos momentos, era adorable verlo encogiéndose y dándose palmadas en las rodillas. En otro momento Teru se puso a hacer como de hijo de Kamijo, llamándolo “papá”, y todo el público lo imitó; súper encantador el nene. Le cantamos cumpleaños feliz a Kamijo, sacaron una tarta y champán, y brindamos con ellos levantando nuestros vasos al unísono.

De pronto se bajaron del escenario, cada uno acompañado por un miembro del staff a modo de escolta, y empezaron a pasear entre el público para saludar a todo el mundo. Fue increíble, tanto por la simpatía que mostraron en todo momento como por el excelente comportamiento de todos los fans, incluso de las chavalas más emocionadas. Las españolas hicimos piña y nos fuimos a por Hizaki; nos dio la mano y le dijimos que éramos de España y nos saludó con afecto (qué guapísimo que es de cerca). Luego llegó el turno de hablar con Kamijo, en otra parte de la sala. Increíble. Le dije que veníamos de España y nos miró encantado (bueno es saber que no está traumatizado por el concierto de BCN), nos dio las gracias y la mano, nos preguntó “¿cómo están?” con su voz más sexy (muerteee) y luego empezó a intentar recordar las palabras en inglés para agradecernos lo de la estrella hace dos años, que le encantó y tal *_*. Es un perfecto caballero, y desde luego el mejor relaciones públicas. Le di su regalo de cumpleaños, perfectamente envuelto y con una rosa a modo de lazo, y lo cogió agradecido y se lo dio a su escolta para que lo llevara. El tercero al que saludamos fue Teru, que cada vez tenía que retroceder más porque había una verdadera piña de gente alrededor (empezó en un extremo de la sala y acabó en otro). Teru es como un niño feliz, de hecho lo vimos saludar a una señora que iba con su niña (o niño, no lo vi bien) de modo adorable. Conseguí decirle lo de que éramos de España y se emocionó mucho, e intentó recordar como se decía “gracias” en español (le llevó varios intentos, pero su cara pensando fue tan divertida…); tiene una sonrisa absolutamente adorable. Le conseguí preguntar si se lo había pasado bien en España y me dijo que sí, que mucho, aunque hizo mucho calor. Masashi no estaba andando entre el público, naturalmente, sino detrás de una especie de barra haciendo diversas tareas (a cargo de la música de fondo creo). Nos acercamos a él y se quedó un poco pillado; le dije de dónde éramos y que hacía dos días lo habíamos visto en el Deep Sactuary con Közi también, y asintió y conseguí que me diera la mano. Aunque se le acercaron algunas personas, el pobre se sentía un poco raro. Yuki estaba tonteando con unas niñas que le estaban tocando los músculos del brazo (¿cuántas cervezas llevaba? Con la coña que siempre tienen todos con Yuki el borrachín…); cuando nos acercamos le volví a decir lo mismo y también fue muy agradable.

Al final volvieron a subir todos al escenario, y también subió Masashi, al que habían estado presentando toda la noche como “guest bassist” (bajista invitado). Le pasaron el micro y saludó, y esa fue por lo visto la primera vez que le dejaron “hablar” a los fans. Luego todos los miembros unieron las manos, poniendo una encima de otra en plan equipo, y Masashi también se unió. No es por nada, la sensación que me dio fue que Masashi tiene medio pie en la banda, que lo están haciendo muy poco a poco y de forma respetuosa y elegante (tanto que cuando Kamijo durante el concierto presentó a la banda, dijo “Versailles eternal member: ¡Jasmine You!” T__T precioso). Es un chaval que me gusta, aunque necesita un arreglillo en los dientes es buen bajista, toca con púa y con los dedos, le salen bien las líneas de Jasmine que según dicen no son sencillas. El tiempo lo dirá… La conclusión que saqué de este concierto fue que Versailles no sólo son unos músicos maravillosos sino unas personas excepcionales, cercanas y dulces. Los quiero aún más, y no pensé que eso fuera posible.

Al salir de la sala por segunda vez mis pies habían llegado a su límite, de modo que anduve con plataformas como pude un rato pero al llegar a la estación de Harajuku me quedé en calcetines e intenté caminar por la calle así. Al principio funcionó pero llegó un punto en el que la acera era más rugosa que la mismísima carretera y tuve que volver a apechugar con los tacones. En serio, nunca mais.



Pronto contaremos lo que ocurrió al día siguiente; vamos posteando con retraso pero es que ¡estamos todo el día de aquí para allá!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Nota mental: Ahorrar a partir de ya...¿Por qué?

La próxima visita tb voy yo, leñe XD.

En serio, tomaros vuestro tiempo posteando, pero no dejeis de hacerlo, que yo os leo todos los dias :P.

Elfe, las lentillas rojas te quedan de PM :D. Y las dos ibais wapisimas! Nena, aunque sufriste, el conjunto "ouji" te queda como un guante :D.

Bueno, descansad y seguid disfrutando, que aún os queda toooodo un mes :D.

Un besote.

Neko =^^=

Anónimo dijo...

He llegado hoy del concierto de Gackt (no quiero daros envidia XD ) y tengo un mini trozo de la camisa que se quitó y tiró al publico, y huele a chanel egoiste platinum. Ya os contaré con detalle en un mail. Ibais las dos guapisimas. Me alegro muchisimo de que hayais podido estar con ellos y hablar con ellos! que barbaridad! Un besazo a las dos! seguid posteando eh?=???

Laura (haru)