miércoles, 21 de julio de 2010

¡De compras por Harajuku!

18/07/10
¡Elfe informando!
En esta ocasión hablare del primer domingo que hemos pasado en Japón. Compras, rebajas, gritos, locura hasta niveles insospechados… esto es que no tiene manera de describirse.

Para empezar nos fuimos a la calle de moda por excelencia de Harajuku, Takeshitadoori, donde es más probable que te miren por ir en vaqueros y camiseta que por ir vestido de verde fosforito con un marciano de peluche colgado del cuello. Aquí no tiene merito ser original, pero ninguno, porque te puedes encontrar desde modelitos lolita de lomas fashion, ropa vintage, cosplay de grupos, decora recargado, yukatas pijama y horteradas que no hay forma de clasificar.

Comenzamos en dirección contraria y el primer sitio donde entramos fue una tienda toda rosa que a mi poco mas y me da un ataque (era excesivo incluso para Omi, que ya es decir), al lado había un Claire’s, que ya podrían aprender los de España por que vaya pasada.

Miramos por encima algunas tiendas aquí y allá y terminamos no sabemos cómo en una tienda de dos plantas de papelería variada de lo mas mona. Había cosas desde Hello Kitty hasta los Gremlims pasando por los marcianitos de Toy Story. Además nos compramos un set de papel de carta de Alicia en el País de las Maravillas entre otras cosas varias. Continuamos nuestro camino y entramos en una zapatería que bueno, mortal, pero mortal, donde alguna que otra cosa cayó.

Nuestro camino continuó con alguna comprilla mas y entramos entonces en Closet Child, una tienda de ropa de segunda mano pero en perfectas condiciones y claro los precios se rebajan muchísimo en comparación con las tiendas originales. Tras esto nos fuimos a comer algo a un sitio en una bocacalle de Takeshitadoori donde comimos espagueti con una especie de huevo entero medio cuajado encima, el mío se lo di a Omi porque yo el huevo mmmm ¡como que no! Ahí descansamos pies y ojos un rato antes de seguir con la visita de tiendas. Yo estaba abrumada ya no solo por la cantidad de cosas que me gustaban sino también por la gente, había algunos que pasaban y decías “¡Yo quiero eso!”, pero claro… para que te entre exactamente ese modelito tiene que ser tamaño japo, tabla perdida y encima mas canija que un palillo chino.

Siguiente parada, una tienda de lentillas, tintes, extensiones etc… Ahí encontré lo que llevo buscando un siglo, lentillas rojas que no parezcan dos círculos rojos anaranjados tan artificiales, sino algo más natural, y unas lentillas blancas con el aro exterior en negro. Al salir de esa tienda tuvimos otro gran intercambio de frases:

“Elfe: Omi, me he gastado xxxxx en lentillas, mátame por favor
Omi: Me tendría que suicidar yo antes…”


Después de eso entramos en Body Line donde aquello parecía la guerra, ya que si ya de por si es barato, con las rebajas encima ahí… una locura máxima, iba a reventar de gente, yo no sé como pudimos ir mirando cosas. Para terminar la calle, tras seguir cotilleando en tiendas varias, entramos en una tienda de 100 yenes, donde literalmente es todo 100 yenes. Tú coges cosas, y n caja cuentan y multiplican por 100. Añadir que además tuvimos un primer intento de Purikura, pero con la de gente que había ya no sabíamos ni donde teníamos que decorar ni nada, eso si salimos súper mona de la muerte, esas maquinas son una maravilla, en serio, Cuando ya llegamos a lo que realmente es el comienzo de la calle decidimos buscar el centro comercial Laforet, cruzándonos de camino con una tienda enrome , pero enorme, de futbol y a ambos lados del escaparate de la puerta la equipación del Real Madrid y del Barça, y justo en la entrada, que se veía desde la calle, una mesa llena de equipaciones, camisetas y demás cosas ¡de la selección española!



Tras pararnos un segundo, dar alguna vuelta de mas, y hacernos una foto con un gato de la marca de H.Naoto…



Llegamos al centro comercial donde en la entrada había un grupo de chicas vestidas de Yukata tocando en plan tradicional…



Y entramos. ¡LOCURA! Todo el mundo gritando en las tiendas, los dependientes subidos en taburetes con megáfonos llamando la atención de la gente con las ofertas, cientos de japoneses corriendo de un lado a otro en modo consumista total… Un autentico caos, pero es curiosos imaginarse que pasaría si en el Corte Ingles hicieran lo mismo. Una de las plantas estaba casi exclusivamente dedicada a ropa visual y lolita, una autentica pasada. Tras mirar y acabar con alguna bolsa más decidimos que era mejor volver al piso y descansar los pies, que van acumulando cansancio de un día tras otro.

Soltamos las bolsas al llegar más felices que unas niñas el día de los Reyes Magos y empezamos a pensar en nuestro futuro más próximo, la cena… Tras descansar terminamos saliendo a comprar, aprovechando para traer algunas cosas de necesidad diaria (champú, acondicionador, detergente…) y algo que echar en nuestros exhaustos cuerpos

Al salir a la calle le preguntamos a una señora que salía de nuestro mismo edificio si sabia donde había un supermercado, pero no nos supo decir bien donde había uno pero nos pregunto qué de donde éramos y le dijimos, obviamente, que de España. Lo único que se lo ocurrió decir, en japonés pero traducido por Omi, fue algo así como “¡Oh! España, su futbol es muy bonito”.

Tras andar entre 5 y 10 minutos y dar mas vueltas que dos locas acabamos cediendo y comprando en una tienda 24 horas (abundan por aquí que asusta). Compramos un bento de carne de cerdo empanada con arroz y dos onigiris de lo que creíamos era atún, unos nuggets de pollo, algo de desayuno, algo de beber, y lo mencionado antes para uso cotidiano.

Volvimos al piso, lo soltamos todo y procedimos a prepararnos nuestra cena. Cuando calentamos el bento y los abrimos nos dimos cuenta que allí había comida para las dos de sobra, y nos costó poco más de lo que serian 3 euros. Mientras preparábamos la mesa Omi soltó otra perlita:

“¡Mira está bien! Le das un calentón y… (Omi mirando el bento y Elfe casi tirándose de la silla de la risa)”



Mientras cenábamos, que por cierto estaba muy rico el arroz y el cerdo, nos dimos cuenta de lo que nos dolían los pies y tras un momento de reflexión, de nuevo Omi dijo una gran frase.

“Es que claro, hoy hemos hecho los dos kilómetros-bolsa”

Porque los condenados zapatos pesaban como un muerto, pero no nos podemos quejar, la verdad. Tras acabarnos el bento cogimos los onigiris y como no me fiaba le di a Omi el privilegio de pegar el primer bocado y… ¡sorpresa! Era salmón. Omi en su momento filosófico miro al onigiri y dijo:

“La vida es como un onigiri, nunca sabes lo que te va a tocar porque no sabes leer kanji.”

Yo también lo miré para cercionarme de que era salmón y yo el salmón… como que no.

“Yo el salmón lo he probado y no, no me entra por ningún lado”

Esa fue mi frase literal, y es que es cierto no me gusta el salmón, ¿que le hacemos? El caso, terminamos la cena y de postre abrimos una cajita de Pocky, lo que serian Mikados en España, pero los originales, los de verdad y que están mucho más ricos.


Vistas desde el balcón del piso, una autentica selva de edificios.

Y con esto terminó nuestro segundo día en Japón.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que envidia chicas!! Que barbaridad, cómo os cunde el tiempo!! Quiero una purikura para mi de las dos ! eh???? Me ha encantado la frase de omi del onigiri XDDDDDD seguid asíiii un besazo

Laura (haru)